MBORORO


MBORORO

Como muchas etnias del África subsahariana, la etnia Fulbé tiene un origen incierto y como tantas otras la búsqueda de su origen está casi siempre mezclada con la leyenda. En una época en que la escritura era un medio escasísimo y en muchas regiones desconocido la leyenda ha sustituido a la historia. Esta etnia extensísima en todo África occidental, los fulbé llamados también según las regiones, pulo, pular, peul, habitan numerosos países desde Senegal hasta Sudán.

Los Fulbé Mbororo, son una etnia desgajada del tronco común fulbé y que ha seguido su camino originario de pastores nómadas sin mezclarse con ninguna otra etnia, ni siquiera los demás fulbé, los fulbé volarbe o los fulbé yillaga. Hoy los mbororo se extienden por todos los países del África occidental.

Fieles a sus tradiciones las más antiguas y a pesar de sus condiciones de vida o quizás por ellas desdeñan al resto. Y a su vez los mbororo son desdeñados por las otras etnias entre las cuales conviven.
En algunas regiones existe animadversión contra los mbororo. Pero en la mayoría conviven sin ningún problema. Aunque integrados nunca hay matrimonios interétnicos, nunca se mezclan. El hecho de continuar fieles a la tradición nómada y pastoril hace además que la integración no sea nada fácil.
Los mbororo viven en sus pequeñas aldeas, nunca mayores que las formadas por una familia o varias con un antepasado común y cuando la familia crece de forma excesiva la aldea se fragmenta y se crearán nuevos núcleos.
La fragmentación mbororo llega a tales extremos que existen múltiples divisiones y subdivisiones de grupos mbororo. A los más notorios se añaden grupos que se aíslan de otros y forman ramas o estirpes que solamente se refieren a un origen de grupo familiar en cuyo inicio hubo un patriarca famoso, un jefe o “ardo”.
Ellos se sienten como la raíz, el origen, lo auténtico. Desde su aislamiento tienen la audacia de considerarse los peul únicos, los originarios.
Difíciles de penetrar en sus mentes, las relaciones con los mbororo no pueden ser sino triviales. Nunca manifestarán su pensamiento ni sus sentimientos a nadie extraño y mucho menos a un “blanco”.




































               Mbororos. La etnia desconocida















MBORORO BAILE MBORORO


BAILE MBORORO



Mujeres mbororo. Graciosas mujeres. Duras. Delgadas. Fuertes y ágiles como juncos. Hermosas. Nunca tienen un gramo de más. Caminantes incansables de su asentamiento a las aldeas para vender lecho, requesón, yogur. Comerciantes festivas que discuten por un céntimo. Siempre divertidas.
Coquetas llevan telas diferentes al resto. Muy adornadas con collares, gargantillas, pendientes, pulseras cualquier cosa que brille o tenga color se la ponen. Tatuadas muchas en el rostro les da un aire característico.

Fiesta cualquier día de fiesta no pierden la oportunidad de dejarse ver. De bailar. Incansables a veces durante horas. Un baile lento en corro. El batir de las palmas lleva el ritmo. La melodía primitiva ancestral apenas melódica,  entre salmodia y cántico indio.

Cantan a su gente, a sus amigas, a sus hijos, a veces a sus hombres.




















POBLADOS MBORORO

POBLADOS MBORORO


La etnia fulbé mbororo nómadas de tiempos inmemoriales construyen viviendas, cabañas en las que residen durante el tiempo que permanecen en ese lugar, a veces unas semanas, otras meses o tres o cuatro temporadas, dependiendo del interés y los pastos para sus manadas de ganado. Estas cabañas se llaman en Fufuldé (la lengua fulbé)  Bukarú que quiere decir vivienda.

Dada su condición de nómadas sus viviendas son temporales y están confeccionadas con los elementos de la naturaleza que encuentran en el lugar donde van a asentarse vivir un cierto tiempo.



En su nomadismo a veces construyen viviendas para una corta temporada como estas en plena sabana. Tienes que entrar en el bosque para encontrarla. Estas son cabañas abandonas. La paja que las cubrió se ha podrido pero la estructura persiste bastante tiempo y será utilizada de nuevo cuando vuelvan a pasar por aquí.













Si la familia o el grupo decide un asentamiento prolongado estos Bukarú se construyen igualmente con materiales naturales pero de forma mucho más sólida para que duren un tiempo pero nunca excesivo.



La familia o grupo mbororo puede iniciar la instalación de el asentamiento en cualquier lugar



  Por ejemplo aquí, en medio de la nada




Su forma elegante, redondeada, atrayente nos recuerda las cabañas de la estepa de Mongolia con las cuales claro está no tienen nada que ver.







    





   





































La cúpula





Poblado mbororo